Después hemos leído un artículo muy interesante de ¿Por qué son sagrados los escarabajos en el Antiguo Egipto? Por eso lo copiamos aquí en nuestro blog, por si lo quereis leer en vuestras casas:
En estos días se cumplen 90 años del descubrimiento, de mano de Howard Carter, de la impresionante Tumba de Tutankhamón. Gran cantidad de las piezas allí encontradas muestran la representación de un insecto que se ha convertido en símbolo por excelencia de la civilización bañada por el Nilo: el escarabajo.
A lo largo de la historia de la humanidad muchos han sido los animales venerados por las diferentes culturas pero pocos tan diminutos han alcanzado una repercusión tan mayúscula como los escarabajos lo hicieron en el Antiguo Egipto.
La arqueología ha sacado a la luz miles de piezas relacionados con el culto a este pequeño artrópodo, desde pequeños amuletos realizados en los mas solemnes metales preciosos o en los más diversos minerales, hasta enormes representaciones en piedra halladas en pirámides, templos….
La importancia del escarabajo para los egipcios viene dada, en un primer momento, por su relación con las defecaciones. El abono era utilizado tanto para el enriquecimiento de la tierra como por su poder calorífico así que, en una comunidad predominantemente agrícola, se le atribuía gran valor. La relación entre los ciclos de vida del escarabajo y la génesis egipcia comienza aquí.
El escarabajo pelotero recoge una pequeña cantidad de excrementos que moldea hasta formar una perfecta esfera. Una vez concluida la transporta haciéndola rodar hasta enterrarla, esta bola se asoció al sol y su recorrido al ciclo solar desde que nace hasta que muere.
Una vez enterrada el escarabajo la utiliza para dos fines, o bien para nutrirse de ella o bien para depositar en ella sus huevos. Cuando obedece a este último fin forma una pequeña prolongación en un lateral (similar a la forma de una pera) donde deposita sus huevos. Dentro de la misma pelota el huevo eclosiona originando una larva alargada y envuelta de una forma muy similar a una serpiente enroscada. Esta analogía con la serpiente que se muerde la cola tenía para los egipcios una connotación cíclica de renovación relacionada con Osiris, dios funerario.
La larva pasa, en pocos días, a convertirse en una pequeña ninfa que, dentro de la esfera, parece envuelta en seda, algunos estudiosos (Cambefort, 1987 y 1994) sugieren que de aquí proviene el rito de la momificación con la esperanza de que tras envolver un cuerpo en telas (similares a la capa que cubre a la ninfa) este resucite puesto que en el caso de la ninfa esta dará lugar a un escarabajo adulto. En este punto el escarabajo se asocia con el dios solar escarabajo khepri que en la mitología es un dios demiurgo, un creador de si mismo.
El escarabajo era sagrado para los
egipcios porque era la criatura, junto con el ser humano, que mejor
expresaba el orden divino, solo que estos pequeños coleópteros
conseguían además resucitar.
¿INTERESANTE VERDAD? ¡CUÁNTO PENSABAN ESTOS EGIPCIOS....!
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